Cuando escuchas la palabra azúcar, inmediatamente piensas en innumerable cantidad de cosas, buenas y malas. Una de ellas es la cantidad de enfermedades que se han asociado a su consumo, como la obesidad y diabetes o algún tipo de molestia digestiva.

La verdad es que estas enfermedades se desarrollan cuando una persona (niño o adulto) consume mayor cantidad de alimentos de la que su cuerpo necesita, además está ligada a la cantidad de actividad física que se esté realizando para quemar lo que no se requiere en el momento. Así que a partir de ahora tienes el conocimiento de que no importa lo que consumas (contenga azúcar o no), mientras sea lo que necesitas, no te prives de los placeres, siempre y cuando consumas las porciones que tu cuerpo requiera.

Algunos hemos optado por dejar los postres para “ocasiones especiales” para no perder la figura. Ahora sabes que no es necesario si consumes las calorías que necesitas y quemas lo que no demanda tu organismo.

Otro dato que quizá has escuchado es que las golosinas o productos azucarados pueden causarte hiperactividad o alguna alteración en tu sistema nervioso. La verdad es que tu cuerpo necesita dosis de glucosa para funcionar adecuadamente, asociarla a un problema sería inapropiado, ya que se ha evaluado a lo largo de varios años y se determinó que la causa real de la hiperactividad es un concepto genético más que alimentario.

Resp a art. Efectos que sabías que se derivan del consumo de azúcar.