Recientemente se estudió los factores neurofisiológicos que podrían intervenir en la asociación entre el consumo de fructosa o glucosa y el riesgo de que incrementes tu peso corporal.

Se tomó como base las medidas de peso tomadas por la mañana (en ayunas), se repitió la medición 1 hora después de ingerir una lata de bebida de sabor de cereza, que contenía 75 gramos de glucosa.

Las personas que participaron en el estudio fueron voluntarios que presentaron en el inicio peso corporal normal. Para sorpresa de los investigadores, se dieron cuenta que no existe una diferencia significativa entre el consumo de bebidas endulzadas con glucosa o fructosa y el cambio de tu peso, incluso si las bebidas son ingeridas antes o después de las comidas, o si estás hambriento.

Se llegó a la conclusión que el consumo de fructosa o glucosa en las bebidas endulzadas, a pesar de incrementar los niveles de azúcar en tu sangre de forma inmediata, a largo plazo podrás encontrar que tus niveles de insulina u otras hormonas no se ven alteradas por consumir estas bebidas.

Claro que el consumo de cualquier alimento debe hacerse con responsabilidad, de acuerdo a lo que tu cuerpo necesita, y combinarlo con actividad física que te ayude a quemar la energía que no requieras almacenar,

Page,K.A., Chan,O., Arora,J., et al. Effects of fructose vs glucose on regional cerebral blood flow in brain regions involved with appetite and reward pathways.(2013) JAMA 309:63– 70