Según WSRO, Science Summary en julio del 2017, la actividad física de acuerdo a la definición de la Organización de la Salud, es cualquier movimiento de los músculos del cuerpo y que requieren energía para ello. De acuerdo a esta definición (WHO, 2010), la OMS recomienda completar un mínimo de 150 minutos de ejercicio moderado o intenso a la semana.

No necesitas cubrir ese tiempo en un solo día, ni hacerlo sin parar, puedes distribuirlo de acuerdo a tu tiempo, disponibilidad y adaptarlo a tus necesidades, y hacerlo por periodos hasta de 10 minutos cada uno. Cualquier tiempo o actividad física extra a este tiempo puede ayudar a mantener tu fuerza muscular y hacerte más resistente a las enfermedades que afectan en una vida sedentaria.

Una vida sedentaria está definida como el cuarto factor de riesgo del futuro padecimiento de enfermedades crónicas, aunque podría ser la primera causa si le agregas a que gracias a ello tu peso puede incrementar, causando obesidad, y a partir de ella se deriva el resto de enfermedades crónicas no transmisibles.

Es importante que reconozcas que el sedentarismo y la inactividad física son dos comportamientos distintos. La inactividad física es considerada como la falta del cumplimiento de la recomendación de ejercicio físico, es decir que haces ejercicio pero es deficiente, o el tipo de ejercicio no es apropiado para cumplir con la cantidad sugerida para tu edad.

En el caso del sedentarismo, es cualquier comportamiento caracterizado por un bajo gasto energético, en un individuo que en su mayoría de tiempo está sentado o en reposo. Recientemente se ha realizado numerosas investigaciones relacionadas con el tema, y han arrojado datos en donde se determina que la conducta sedentaria podría ser el primer factor de riesgo para derivar alteraciones en tu calidad de vida.

Así que ahora ya sabes que hacer ejercicio no basta para ser saludable, si no cumples con el requerimiento mínimo de actividad en movimiento e intensidad de la misma.