Las caries no son más que una enfermedad generalizada, entre el 92-94% de la población adulta, según los resultados de la última encuesta epidemiológica nacional realizada en el 2010 por el Consejo General de Odontólogos y Estomatólogos en España.

Por otro lado, hoy sabemos que la caries dental puede llegar hasta la vejez. De hecho, algunas publicaciones han determinado que en los mayores de 65 años, un 94% tienen una media de 14 dientes con caries que, en la mayoría de los casos, no se tratan.

Hoy conocemos que la prevalencia de la caries está más relacionada con la edad, la clase social y el nivel de higiene con el que cada persona cuenta. Además debes recordar que es una enfermedad infecto contagiosa, por lo que puede ser transmitida a través del contacto bucal con otra persona (por ejemplo en los besos).

El consumo frecuente de carbohidratos simples, como el azúcar, galletas, o algunas golosinas se asocia significativamente con un mayor riesgo de caries dental. Igualmente, el consumo de refrescos endulzados con azúcar también se encuentra relacionado con un incremento tanto en la prevalencia como en la incidencia de este proceso bucal.

Sin embargo, esta relación es compleja, ya que no sólo los azúcares contribuyen al desarrollo de la caries debido a que este proceso también se encuentra interconectado con la frecuencia de la limpieza bucal, el uso de flúor en la misma, así como la composición salivar, por lo que no es admisible científicamente una relación simple y exclusiva de asociación entre el consumo de azúcar o carbohidratos y la aparición de caries dentales.

Algunos estudios recientes demuestran que niños con sobrepeso u obesidad presentan mayor prevalencia de caries que los niños que consumen azúcar con mayor frecuencia. La asociación de la ingesta dietética de 3 a 5 años de edad y la detección de caries se atribuye a cualquier alimento mientras no exista un cepillado de dientes frecuente.